Ahora soy feliz. Y no necesito escribir nada. Escribir cosas es sólo para los desgraciados. Y yo me he mudado de esa piel muerta. Ahora llevo dos semanas sin ver la vida pasar, cogiéndola por los huevos. He vuelto a tomar drogas, a practicar sexo con personas del sexo opuesto y del mío mismo. Fumo demasiado para mi gusto, escribo demasiado para mi escaso talento y vuelvo a beber para perder la sobriedad desde bien temprano.

No me acuerdo de Diciembre y apenas de Octubre. Ni de las plateas y las revoluciones de día y medio.

Sueño de noche, duermo de día, vuelvo a ser. Un hijoputa más en el camino. Lleno de pretensiones y decepciones. He conocido al mejor poeta que hay en España en estos momentos. O eso dice ella. En esta puta España nuestra y parte del extranjero suyo, no hay sitio para tanta prostituta.

La camarera de la tribu se ha vuelto fea y gorda. Y ahora la música que pone es una mierda. Y mi respuesta a qué tal por allí es no vayas más de dos semanas.

Joder anoche acabamos en un puto antro de zíngaros, justo enfrente de donde hacen sesiones Parker los X y Blues los Lunes. Black Note le llaman los del lugar. Asesinamos allí la noche después de tomar vinos en la bodega Filo y de comer comida de verdad, de la que se termina con puro y copa.

Barajo seriamente la posibilidad de confesarme púbicamente como fascista convencido, negrero, marica reprogramado, y meapilas a tiempo parcial. Pero aún no lo tengo claro, estoy trabajando en ello.

Malas noticias, señores. Soy feliz.