Hará cosa de un mes escribí aquí sobre encontrar el trabajo de mi vida y los paseos que me daba mirando escaparates viviendo en el motel Los Angeles. Pues bien, esto ha cambiado y mucho, porque no sé si será el trabajo de mi vida o qué, pero hasta Agosto sí va a serlo.

Puse mi curriculum sin adorno alguno en la bolsa de empleo de la universidad, y me llamaron para hacer una entrevista. Sabía de antemano que el puesto no iba a ser para mí, entrevistado entre ingenieros de verdad, y tíos de treinta años. Por eso estuve tranquilo y sincero y les dije que yo no había trabajado en mi vida ni manejaba los programas informáticos alemanes que decía el anuncio.

Y esa misma tarde me llamaron. Para decirme que el puesto era mío, que yo les había gustado. Aún no entiendo bien porqué, pero les gusté.

Y ahora trabajo a jornada completa de ocho a cinco en una fábrica a las afueras de la ciudad que hace piezas para coches. Estoy en el departamento de Industrialización que son los que reciben todos los planos y la documentación técnica del departamento de Ingeniería y piensan a partir de esos datos cómo será el proceso de fabricación de la pieza en cuestión, eligen las máquinas, establecen los protocolos, los materiales, hacen las primeras preseries y van corrigiendo fallos hasta que todo está decidido de manera definitiva. Y cuando se comprueba que ese proceso funciona y es el mejor, se pasa a producción.

Trabajo con un equipo de ocho ingenieros de treinta años, casados, medio calvos, medio gordos y sin sentido del humor. Como contrapartida están los técnicos de las máquinas que son bebedores, fumadores hombres de cincuenta años, que por un par de comentarios graciosos me han cogido cariño, y me ayudan y protegen.

Tengo que levantarme a las 6.30 de la mañana cada día y hacer una hora en coche, no por la distancia si no por los atascos que se forman a la salida de Valensie. Que la carretera CV-35 está a esas horas para llevarse el bocata y disfrutar.

He dicho que sí porque esto adorna mi curriculum más que cualquier otra cosa que haya hecho yo en 23 años. Porque no me acabo de creer eso del Lean Manufacturing. Porque me pagan mucho dinero. Y porque como primer trabajo, una multinacional de Detroit en la industria automovilística es, al menos a mi modo de ver, la puerta grande.

No tengo que llevar corbata ni gemelos. Es la única putada. Los cochazos no me molan un duro, pero los duros sí me molan sí.